Los chalecos amarillos se revelan ante el gobierno francés
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Los chalecos amarillos conforman un movimiento que nació desde noviembre de 2018, como medio de protesta, sin organización ni liderazgo, para hacer un llamado de atención sobre la inconformidad con el gobierno de presidente Emmanuel Macron, las medidas de aumento de los precios del combustible y recuperar el poder adquisitivo perdido.
Inicio desde un llamado por las redes sociales, en las que se convocaba a las personas a reunirse el sábado 17 de noviembre para protestar cerrando calles y gritar consignas. Inicialmente dio inicio en las periferias de Francia, ya están París y otros países de la UE.
¿Cuál es el origen de los chalecos amarillos?
Los chalecos amarillos están conformados por la clase media, pensionados, obreros, comerciantes, artesanos, profesionales liberales modestos; en resumen, el ciudadano común, quienes son los más afectados por medidas implementadas. Iniciando con la desproporcionalidad en los impuestos, donde los comunes están cargando el mayor peso.
Su origen está en el sentimiento de abandono, que la clase media y baja están sintiendo por parte de las clases elitistas, donde su presidente es la viva imagen del arquetipo de élite parisino. Razón por la cual muchos exigen un cambio. Ya en muchas protestas se oye la consigna solicitando la renuncia al presidente.
Aunque no hay de momento un liderazgo dentro de los chalecos amarillos, el sentimiento que identifica a los afectados, es lo que ha hecho que sábado a sábado se reúnan en señal de protesta. Sin embargo, las tensiones entre la extrema derecha y extrema izquierda, buscan recuperar el movimiento, pero cada uno jalando para su lado.
La idea general de los chalecos amarillos es motivar la implementación de otras formas de democracia, con más igualdad, donde las decisiones no sean tomadas por unos pocos.
Tal vez parezca sin forma su propuesta, sin un liderazgo principal, pareciera que no llegaran a nada. Sin embargo, es justo en los mítines de ciudadanos que saldrán las mejores propuestas, y con el tiempo aparecerá ese valiente líder que necesitan.
Los chalecos amarillos 3 meses después
Desde el 17 de noviembre, donde asistieron más de 290.000 personas de forma pacífica, ha ido “evolucionando” el movimiento en actos más violentos y de la misma forma parece estar mermando el poder de la convocatoria, bajando la cantidad de asistentes a 51.400 personas.
Ya, 3 meses después de la primera convocatoria de los chalecos amarillos, se suman más de 7.500 detenciones, 1.796 condenas; los actos de violencia de los manifestantes y de los cuerpos policiales pareciera ir en aumento.
Lo que ha generado que muchos de sus compatriotas, estén en total desacuerdo con el movimiento, básicamente porque consideran que las reivindicaciones iniciales ya no son el corazón del movimiento.
